HOLA!
SOY RAQUEL
Consultora, speaker y autora dedicada a ayudarte a construir una marca y una vida que ames.
Podría solo decirte que soy consultora, docente, speaker y mentora de negocios y marca personal. Pero prefiero contarte que acompaño a personas que, como yo, no se conforman.
Todos los domingos te envío un mail con estrategias de alto valor que yo misma puse en práctica para construir mi marca personal y despegar. Además, te sumás a mi comunidad de profesionales y emprendedores, te enterás antes que nadie de mis lanzamientos y accedés a beneficios en micursos y mentorías. Yo creo que te conviene.
Primero porque es gratis. Segundo, porque es puro marketing del bueno. Y eso tiene mucho valor.
Fijate que leo más de 100 libros al año, miles de artículos y pruebo cientos de herramientas, te los resumo y te comparto lo que funciona. Y lo que espero a cambio es que te vaya bien.
A vos, que a veces pensás que el marketing no es lo tuyo.
Dejame decirte que si tenés un negocio, si trabajás por tu cuenta o incluso en relación de dependencia, el marketing sí es lo tuyo. Porque no tenés un negocio de odontología, de decoración, de deporte o de moda. Tenés siempre un negocio de marketing. Porque estás poniendo un servicio en el mercado, y lo querés vender.
Y si no querés saber de marketing, estás dejando plata sobre la mesa. Mucha.
Saber de marketing es saber de tu negocio. Y acá vas a aprender mucho.
Te dije que te conviene.
Yo sé que ahí afuera hay muchos otros que te dicen cosas como estas y que les creés a medias porque te suenan a vendehumos. Pero en mi caso, sabés que no hay chuco. A los 48 años renuncié a un trabajo fijo en el que me pagaban muy bien, hoy tengo 2 empresas, 3 libros publicados, cientos de alumnos que han vivido una transformación real y muchos clientes contentos.
Esas son las verdades que hablan por mí.
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y conquistemos el mundo
¿Te cuento algo más de mí?
Ahí voy.
De chica, era capaz de convencer a una momia. Al menos eso decía mi madre. Que se me daba bien esto de defender lo que pensaba, tal vez a niveles un poco extremos para una niña.
La cosa es que siempre fui así de firme en mis convicciones. Parece que el tiempo no me cambió demasiado. Porque cuando creo en algo, voy hasta el final. Además, aunque algunos no me crean, soy bastante introvertida. Sí, pongo mi carita en las redes y doy conferencias, pero no te creas que es lo que más disfruto. Es verdad que me cuesta cada vez menos -por eso de que la práctica hace al maestro- y me hace salir de mi zona de confort, que siempre viene bien.
Lo que sí amo, y hago todo el tiempo, es leer, escribir y enseñar. Y, sobre todo, darle sentido a las cosas. Esto también lo traigo desde chica. Por eso aprendí de psicología, de educación, de tecnología, de desarrollo personal, de espiritualidad. Para unir los puntos y darle sentido a mi mundo. Y también al tuyo. Es que durante mucho tiempo nos olvidamos que somos seres holísticos y que no podemos disociar cada área de nuestra vida como si fueran piezas desconectadas entre sí. No te puede ir bien en los negocios y mal en los vínculos. O sí, pero la vas a pasar mal. Entonces, mi enfoque es acompañarte en tu negocio, pero que al mismo tiempo tengas herramientas para diseñar la vida que quieras. Porque de eso se trata. De llevar adelante un negocio exitoso y una vida plena, mientras te divertís en el camino.
No te voy a decir que es fácil porque no lo es. Pero es posible y se siente muy bien. Estoy tan convencida de esto, que lo convertí en mi propósito. Y es que siempre fui visionaria.
Lugares en donde me podrías haber visto
No me preguntes de dónde me viene esto, pero es así.
Fijate que en 1999, cuando ni siquiera había wifi ni redes sociales, fundé mundobebe.com, el primer sitio web para madres de habla hispana, que ganó unos cuantos premios como mejor portal digital de Uruguay. Lo hice con las herramientas que tenía a mano y aprendí a usar Frontpage, el primer programa para desarrollo web, cuando no era nada fácil acceder a un tutorial y era todo a prueba y error. Pero lo conseguí porque, una vez más, creía en lo que hacía.
Unos años después, cuando era directora creativa de la mejor agencia de publicidad de mi país, propuse desarrollar desde cero el área digital. Y no solo lo logré, sino que fui seleccionada como “Mejor Directora Digital” de Uruguay. Nada mal para una mujer que tenía poco más de 30 años y ya tenía 3 hijos .
Es que sabía que se aproximaba una revolución y que aquello no venía solo por el lado de las nuevas tecnologías, sino que iba a cambiar radicalmente la forma de comprar, de viajar, de trabajar, de comunicarnos.
Así que un día largué todo y me fui a conquistar el mundo. El mío. El que se ajustaba a mí. En el que creía -y sigo creyendo- profundamente. Uno donde doy valor a otros, al tiempo que recibo valor para mí. By the way, mi primer intercambio de mails fue con la actual reina de España. Pero eso te lo cuento otro día.
La realidad es que me encanta lo que hago, pero -nobleza obliga- emprender cuesta un huevo. Y a veces, dos. Porque convengamos que está muy romantizado esto de ser tu propio jefe y tener tus propias reglas, pero hay días que la pasás como el culo, te frustrás, te cuestionás si realmente sos capaz, si tenés lo que hay que tener para ser empresaria, para liderar personas, para seguir cuando las cosas parecen no salir. Porque construir una empresa no es ser un autoempleado y trabajar algunas horas más que cuando eras dependiente. No. Es encontrar el equilibrio entre la libertad que buscabas, la necesidad de escalar para vivir como querés y la obligación de ahorrar e invertir para el retiro.
Sí, my darling, en eso también hay que pensar.
Tener un propósito me mantiene en pie. Por eso no me arrepentí nunca del camino que tomé. Desde entonces vengo creando mi marca personal, y está claro que le llevo unos años de ventaja a los gurús que hoy hablan del tema como el gran descubrimiento de este siglo. Tengo que reconocer que cuando empecé, ni siquiera tenía idea de qué iba todo esto. De hecho, algunas personas me decían: ¡qué bien que trabajás tu marca personal! Y yo: WTF? Porque un día sí y otro también sentía que lo que hacía no era suficiente. ¿Te suena? Que no hacía tantos contenidos como “debía”. Que 3 ó 4 mil seguidores eran pocos. Que mis videos no estaban a la altura. Que había otros que tenían 100.000 y tremendas producciones…
Así y todo, a mí me funcionaba. Porque desde el día en que me independicé nunca dejaron de llegarme pedidos de consultoría o para dar talleres en empresas. Y luego, clientes para Hepic. Pero me di cuenta que lo mejor de este trabajo es construir comunidad. Tribus. Crear formaciones con grupos de personas que buscan lo mismo, se ayudan unas a otras y hacen mucho más virtuoso el proceso. Tengo la certeza de que no hay un solo ser humano sobre la Tierra que no posea un talento especial, algo que a veces no se distingue a simple vista por las miles de capas de cebolla con las que fueron tapando las circunstancias de la vida. Pero existe. Solo hay que aprender a verlo. Por eso me frustra que haya personas que no sepan el valor que tienen. Que no sepan que también pueden transformar su talento en riqueza. Porque nadie nos enseñó a hacerlo.
Nos pasamos 12 años de educación formal y otros 5 ó 6 años más entre carreras y posgrados, y en ese tiempo nadie te enseña algunas de las cosas más importantes de la vida. Cosas como administrar, armar una estrategia, liderar, enfocarte, gestionar tus tiempos, conocer los principios de la persuasión o mantener tu mentalidad para no caerte cuando no todo sale como esperabas. Hay tantas cosas que no sabemos y que si supiéramos -te lo aseguro- viviríamos mejor. Por eso, hoy animo a las personas, sobre todo +40, a desafiarse a sí mismas, a encontrar aquello que las hace únicas, a desplegar su talento y a brillar. Y así es cómo las ayudo a evolucionar. Compartiendo mi camino, enseñando lo que sé y plantando una semilla de inspiración, para convertir lo mejor de cada uno en marcas personales únicas y poderosas.
Algo más…
Soy licenciada en Comunicación, tengo un posgrado en Marketing, un Diploma en Logoterapia y Análisis Existencial (CELAE) y un Diploma en coaching generativo (IPSSO).
También estudié astrología y me formé en kabalá. Leo los libros y me anoto en los cursos que siento que van a aportar algo a lo que hago.
Invierto permanentemente en mí, porque invertir, aún con miedo, es dar el primer paso para ir hacia donde queremos llegar. Es eso o quedarse en la queja y el lugar de víctima. Yo elijo siempre lo primero.
Además soy autora de 3 libros, todos en el top 3 de negocios en español de Amazon: «Marca Personal como Estrategia de Marketing», «Sin Contenidos No Hay Marketing» y «El AVC del Marketing Digital».
Soy conferencista y speaker internacional en eventos como Tedx, Pecha Kucha, Marketers, El Ojo de Iberoamérica o Flumarketing. Fui docente en ORT y UCU, y profesora invitada en distintas Universidades de Latam.
Hoy puedo decir, con infinita gratitud, que impacté a miles de personas que llegaron a lugares que ni yo ni ellos podíamos imaginar. Transformar sus vidas es lo más significativo de mi trabajo. Ahí está mi verdadero motor. Además de mi familia, claro. Mi esposo Michel y mis hijos Diego, Fabián y Carolina y mi nieto gatuno Limón son los que impulsan cada día. Siempre digo que nací para ser mamá, aunque ellos -claro- no digan lo mismo.
Soy Raquel y te invito a brillar conmigo.
